SAN SALVADOR EN CORA (MUSEO DE KARIYE)
El primer edificio fue una rudimentaria capilla construida sobre el 413 d.C. Fue nuevamente reparada y ampliada a mediados del siglo IX, después del período iconoclasta y bajo el reinado de Miguel III el Beodo (842-867).
Situada muy cerca del palacio imperial de las Blanquernas, San Salvador en Cora solía ser empleado recurrentemente por los emperadores de los siglos XI y XII como capilla palaciega; A principios del siglo XII, debió ser nuevamente reparada. En esta época la estructura adquiere la fisonomía que ha llegado hasta nuestros días, con una nave del tipo ciborio, dotada de una alta cúpula.
La conquista de Constantinopla por los cruzados, en 1204, supuso un período de declive para el edificio, que acabó sumido en el abandono.
En el siglo XIV las paredes del edificio fueron adornadas con sublimes mosaicos y excelsas pinturas (1310-1320), gracias al mecenazgo de Teodoro Metoquites. San Salvador en Cora relucía como una de las obras maestras más emblemáticas del arte bizantino del período Paleólogo. El exonártex, al igual que el nártex fue revestido con pequeñísimas piedras multicolores que, armadas en tanto a rompecabezas, dieron forma a preciosos mosaicos relacionados con pasajes de los Evangelios, la vida y el misterio de Cristo y de la Virgen María, la vida de los Santos, etc.
En el exonártex se ubicaron los mosaicos de El Cristo Pantocrátor, la Virgen de las Blanquernas y los ángeles, el sueño de José y el viaje a Belén, la escena del censo para los impuestos, la Natividad, los reyes magos ante el rey Herodes, la encuesta de Herodes, la matanza de los inocentes, San Juan Bautista dando fe de Cristo, los milagros de la boda de Cana y Jesús llevado a Jerusalén para la Pascua judía.
El nártex fue decorado con el mosaico del fundador, Teodoro Metoquites, los apóstoles San Pedro y San Pablo, Cristo de Chalke y la Virgen María, la ofrenda de Joaquín rechazada, la anunciación de Ana, el encuentro de Joaquín con Ana, el nacimiento de la Virgen, los primeros siete pasos de María, María acariciada por sus padres, la bendición de María por los sacerdotes, la presentación en el templo, la Virgen nutrida por el ángel, la Virgen recibiendo la madeja de lana, la oración del sacerdote Zacarías, la Virgen confiada a José, José llevando a la Virgen María a su casa, la anunciación de la Virgen, la separación de José y la Virgen, los milagros de Cristo y, también, de la matanza de los inocentes.
El salón de la cúpula central (la nave), entretanto, fue embellecido con tres hermosos mosaicos: La dormición de la Virgen, la Virgen Hodegetria y el Cristo, mientras que el Paracleision o capilla funeraria acogió en sus paredes bellos frescos en el interior del ábside y en su cúpula.
Bajo la dominación otomana San Salvador en Cora fue convertida en mezquita y sus mosaicos y frescos acabaron cubiertos por una fina capa de cal a instancias del visir de Bayaceto II, Atik Alí Pasha. En la actualidad el museo luce radiante, lo mismo que sus exquisitos mosaicos y frescos.
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